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Me parece que nadie está al margen de que la actual pandemia por Covid 19, ha puesto en la mirada la nueva forma de enseñanza, establecida por la gran mayoría de los establecimientos educacionales. En este sentido, he sido testigo de la preocupación porque la transferencia de contenidos, vaya más allá que la mera declaración. Niños y niñas, así como docentes, manifiestan la necesidad de trabajar con herramientas que permitan motivar y desarrollar aprendizajes significativos.

Desde mi experiencia, el aprendizaje por asociación, es un método muy significativo para la asimilación de procesos de cognición. La mnemotecnia o nemotecnia es una forma de desarrollar habilidades de memorización o también de rememorización, que tiene como base la asociación mental de la información, con otra información de uso cotidiano.

Esta técnica aprovecha la capacidad natural que tiene el cerebro para recordar imágenes y para prestarle más atención a los sucesos poco comunes o extraordinarios, es de fácil adaptación para la aplicación didácticas en las clases remotas, y también puede transformarse en un excelente recurso para los padres y apoderados, a la hora de reforzar contenidos en casa.

Por otra parte, he podido constatar que, aprender a través del juego es desde siempre un proceso de alta significancia. Para nadie es un secreto que la educación basada en normas se encuentra muy pasada de moda, y que, al utilizar herramientas metodológicas lúdicas, se estará potenciando el pensamiento abstracto, habilidades comunicativas y el desarrollo de más y mejores ideas. En este sentido, estoy convencida que el juego es una herramienta para la mediación y resolución de conflictos, y el estímulo de habilidades de aprendizaje.

Una de mis reflexiones es acerca del rol docente frente a esta gran necesidad de conocer y contar con una alta gama de contenidos lúdicos, que permitan mantener la atención, motivación y participación de niños y niñas, en este sistema de aprendizaje On Line. Lo anterior, porque a pesar de las grandes dificultades que se presentan en el mundo, los y las estudiantes deben desarrollar aprendizajes diversos y muy significativos. Hoy, además de lo anterior, surge la necesidad de ser contenidos emocionalmente, y por primera vez, oigo con fuerza la preocupación de los equipos educativos, junto con el reconocimiento de que los seres humanos, debemos ser formados socioemocionalmente, con la misma fuerza en que recibimos aprendizajes verticales.

En este sentido, mi creencia es que docentes deben ser apoyados en múltiples áreas, que en la actualidad, dada la contingencia, se muestran vulnerables: Por una parte, la necesidad de contención emocional para los y las docentes, y posteriormente, sea suplida la necesidad de contar con herramientas lúdicas como recursos para la contención y formación de sus estudiantes, pensando en la integralidad del ser humano. Luego, la necesidad de generar un sentido de pertenencia. Porque si bien, este proceso de autogestión del aprendizaje escolar resulta, a juicio de muchos, muy personal, a mí me parece que más bien, nos está llevando a procesos altamente impersonales, en donde se comienza a olvidar la importancia de educar desde la persona, desde sus ritmos e intereses, desde sus necesidades emocionales, desde sus capacidades de atención. Todo lo anterior, me ha enseñado que cuando las emociones están sanas, es más fácil aprender, y mayormente esto es posible, cuando los adultos somos capaces de presentar un mundo de alegría, colores y juegos. Si se nos permitiera este ejercicio, nos encontraríamos con niños y niñas mucho más motivados a aprender.

En nuestro Instituto De Innovación y Emprendimiento Consciente (IIEC), contamos con una gama de recursos para compartir con docentes, en el marco de la crisis, y sobre todo, porque entramos en una era en que niños y niñas, demandan exhaustivamente de nosotros, los adultos.