Es en este marco, que integro algunos conceptos del comportamiento del ser humano a nivel psicológico y sociológico, proponiendo que cada persona deba contribuir a la sociedad desde un cambio personal que aumente los niveles de empatía y compasión hacia el prójimo, y para ello los procesos de autoconocimiento y obtención de calma y ecuanimidad son claves, mediante prácticas validadas por la ciencia y la evidencia como el Mindfulness.
En palabras sencillas, si partimos por uno mismo aceptando y corrigiendo lograremos ser humildes para ser aprendices y bondadosos cuando tengamos que ser profes, lo que se traduce en respetar a cada ser como un igual.
Ahora, esto que suena como la clave para arreglar la sociedad desde la colaboración, no es tan sencillo, y para ello propongo algo que llamo “El Salto de Consciencia”, concepto que me he dado cuenta que ha llamado la atención de quiénes se han leído el libro debido a las preguntas que he recibido.
Bueno, en esta columna explicaré más a fondo el concepto “El Salto de Consciencia”, citando al libro de Propos-It, pero profundizando en algunos puntos. Este es el momento donde el 90% de las personas dejarán de leer esta columna porque hablar de la consciencia y el cambio personal es algo que como sociedad no nos gusta escuchar. Pero si eres de ese 10% que se quedará, genial porque esto que explico a continuación no está diseñado para que todos lo entiendan, y tampoco es mi fin, sino más bien para todas las personas que quieren aportar al mundo con amor incondicional y verdadero espíritu de colaboración. Desde aquí en adelante te pido tu atención plena, porque por más que intento aterrizar lo técnico a un lenguaje claro y directo, siempre pueden haber puntos que puedan ser interpretados de forma incorrecta.
Lo primero es explicar que el “Salto de Consciencia” se enmarca en el desarrollo de un “propósito de vida”, que no es más que un método que propongo en el libro para lograr identificar lo que queremos hacer realmente en la vida de forma organizada y eficiente. Este método para lograr el “propósito de vida” envuelve esta técnica del “Salto de Consciencia” que reduce la “Disonancia cognitiva”, entendida como la diferencia entre lo que somos y lo que le mostramos al mundo ser finalmente. Esta desarmonía interna es lo que nos lleva a renunciar a lo que realmente queremos hacer por acoplarnos a una sociedad que finalmente basa sus valores en lo material, la competencia y en el egoísmo, lo que se contradice con nuestra esencia como seres humanos que es promover el amor y la felicidad, por esto es que muchas personas viven en tensión, resignación, pena, culpa y rabia. Con la técnica de “Salto de Consciencia” es precisamente este fenómeno el que se reduce.
Con este punto ya aclarado, podemos dar paso a explicar el “Salto de Consciencia”. Para ello contamos con tres estados que suelen presentarse en casi la totalidad de las personas que viven en sociedad, y que dan origen a una serie de actitudes y comportamientos que nos acercan o nos alejan de nuestro propósito en la vida.
Estos 3 estados son:
QUIÉN SOY
Se define como la esencia misma, lo que cada persona reconoce como la parte más representativa de cada uno, y que está dictada por lo fundamental del ser humano que es crear positividad a partir de nuestros talentos y habilidades. Es aquí donde radica los aspectos más positivos de tu conducta, y que en el tiempo han demostrado ser hábitos que te ayudan a evolucionar más que a detenerte en cosas insignificantes. Pero también aquí habita toda la contaminación que la sociedad ha puesto en nosotros, sumado a la resignación de acoplarnos a ella.
QUIÉN APARENTO SER
Es el personaje que la mayoría de las personas crean a partir del rango de entre los 6 y 8 años, y que se va reforzando poco a poco con los triunfos materiales y del ego en sus cuatro bloques (Si quieres entender los 4 bloques del ego ingresa al siguiente link: https://origolab.cl/el-cuadrante-del-ego-y-sus-4-bloques/ ). Aquí radican las ganas de ascender, el querer ser mejor que el colega, el no validar al que sabe más que uno, la envidia, los celos y la falta de empatía. Es el rol que se crea para agradar finalmente al resto, ya que su opinión nos importa en demasía, lo que cuesta en demasía reconocer, pero poco en revertir. Basta con tener humildad, autocrítica y saber de qué estamos hechos. Esta brecha entre el “quién soy”, y el “quién aparento ser” es lo que técnicamente le llamamos “Disonancia Cognitiva”.
QUIÉN QUIERO SER
Si estamos en calma y en ecuanimidad podremos crear con mayor facilidad y felicidad. Cuando estamos en este estado, es porque nos encontramos en un periodo positivo. Sólo así podremos proyectar quién queremos. En esto soy sumamente categórico, ya que proyectar desde la falta de ecuanimidad y calma sólo nos generará estrés, y el estrés ansiedad, en efecto, situaciones que nos alejarán de nuestro fin. Por lo tanto, el “Salto de Consciencia” consiste en planificar el “quién quiero ser” desde el “quién soy”, y no desde el “quién aparento ser”, por lo cual debemos saltarnos este último bloque, para trabajar desde mi “yo” positivo, en vez del ego y sus caracterizaciones.
En el esquema del “Salto de Consciencia”, podemos apreciar que la clave consiste en establecer el quién soy como punto de partida y planificar el “quién quiero ser” suprimiendo el “quién aparento ser”, trabajo que como dijimos anteriormente es complejo de entender, pero fácil de revertir.
En el mismo esquema se puede apreciar que el “Quién aparento ser” se sustenta en dos variables que debemos controlar para lograr dominancia sobre la creación narcisista del ego. La primera es el “Personaje Variable” y la segunda es el “Juicio Popular”.
El “Personaje Variable” no es más que esta construcción del ego que se niega a morir, y que se caracteriza por una serie de elementos y emociones negativas. Mientras que el “Juicio Popular” es nuestra especulación e interpretación que “creemos” que la sociedad tiene de nosotros, y se caracteriza porque existe sólo en nuestra mente. Es una suposición subjetiva que hacemos de nuestra propia existencia, atribuyéndole ésta a un tercero representado por la sociedad, la que finalmente no opina de la forma que creemos. Así se configura la evidencia de porqué los hechos que proyectamos nunca terminan 100% igual que como pensamos, o terminan peor o terminan mucho mejor.
¿CÓMO REDUCIR QUIÉN APARENTO SER?
Para reducir al “Personaje Variable” no debes olvidar nunca su principal característica, que es precisamente el apellido de este elemento: la variabilidad. Si comprendemos, que al igual que nosotros el ego se adapta, entenderemos que no es un personaje fijo en su totalidad, sino que también puede acomodarse a los contextos para seguir brillando desde su egoísmo, por lo tanto debemos fijarlo y suprimirlo, sin darle ventajas para que siga avanzando en su camino de la involución.
Para ello, olvida los “me gusta” y los “yo quiero”, ya que estos habitan en el mundo de las sensaciones, por lo tanto, en la interpretación que el cuerpo hace de un mensaje que la mente le envía. Se trata de un problema mental más que físico, en especial si consideramos que el cuerpo es la extensión carnal de la mente. Esta simple acción limitará al personaje, ya que muchas de estas cosas que tanto nos gustan hacer nos pueden hacer daño, como la alimentación inconsciente, el constante rumeo o las adicciones.
Cuando hablo de adicciones no me refiero a esa simple clasificación que ha hecho el sistema tradicional al separar a estas entre legales e ilegales, la verdad es que deberían estar clasificadas por el daño que causan, ya que las comida chatarra, el cigarrillo, las benzodiazepinas como el Clonazepam, la carne, el alcohol destilado y los ansiolíticos, no son más que drogas legales con un fuerte impacto en las personas, más allá de los productos que son ilegales en Chile, como los hongos y las trufas, pero que en países desarrollados como Holanda son una industria orgánica que actúa desde la legalidad, contribuyendo a diversos avances en neurociencias y neuropsicología, aportando a diversos tratamientos de enfermedades. Esta es la razón por la cual debes clasificar entre lo que te hace y no te hace bien, no entre lo que es legal o no.
Este personaje, que vive de la disonancia cognitiva, se aferrará al máximo a su sobrevivencia y te dirá que no puedes lograrlo, te hará sentir que estás haciendo las cosas mal y te provocará culpa y frustración, porque eso hace el ego al verse presionado, activa su segundo bloque y trata de disminuir al “yo” para seguir en existencia. Y Ahí es cuando debes quebrar la voluntad para someterlo.
Quebrar la voluntad es hacer aquellas cosas a las cuales le tenemos temor, miedo o aversión. O que por simple testarudez no queremos hacer y procrastinamos una y otra vez para seguir cómodos y con nuestro ego de piloto automático. Por lo tanto, te recomiendo atacar aquellos pendientes que tienes en lo personal y laboral, y atreverte a hacer cosas que antes no hacías, como meditar, ir de viaje al lugar de tus sueños, estudiar lo que te apasiona, comer aquello que hace años no te gustaba, darte un tiempo para decir “te amo” y para apreciarlo si es que te lo dicen. Es esencial llegar a quererte más, a ser autocompasiva/o contigo. Tienes que saber que todos somos perfectos desde la creación e imperfectos desde la interacción con la sociedad, por lo que debemos aceptar que ese pequeño universo que vive dentro de nosotros es perfecto biológicamente, y que la imperfección está dada por dejar de ser fieles a nuestra esencia y aceptar como verdad lo que la masa inconsciente repite una y otra vez.
Reduciendo al “Personaje Variable” es momento de suprimir el segundo pilar del cual se sostiene el “Quién aparento ser”, que es “Juicio Popular”. Para ello, recordemos que ese juicio que tiene la sociedad respecto a nosotros sólo existe en nuestra mente, salvo si hacemos una encuesta a un grupo de personas respecto a nosotros. En este caso, será un dato real y sustentado en evidencia.
Pero imaginemos que hiciéramos una encuesta para saber la opinión que tiene el resto de nosotros, y dicho estudio arroja que somos la peor persona del mundo (como caso extremo). Bueno, en este caso, y aunque parezca raro, no es determinante en absolutamente en nada en nuestro avance hacia el “quién queremos ser”. Y esto por la sencilla razón de que la solución para suprimir este pilar es que nos importe un carajo lo que las personas piensen de nosotros, sea esto negativo o positivo, ya que de tomar en consideración esto, significa alimentar la sobrevalorización del yo o la disminución del yo, ambos bloques del ego como explico en esta otra columna https://origolab.cl/el-cuadrante-del-ego-y-sus-4-bloques/
Si enfrentamos con ecuanimidad este proceso, sabremos que nuestras emociones deben estar en control, ya sea cuando nos alagan como cuando nos enjuician acertada o desafortunadamente, en ambos caso debemos contemplar y mantenernos en control.
A medida que esto se desarrolle irás eliminando todos los lastres creados a partir de que nos importara la opinión de otras personas y comenzarás a ser fiel contigo misma/o. No obedezcas al sistema tradicional que te dice cómo vestirte, qué comer, cómo hablar y actuar frente a otros. Simplemente sé tú.
Tengo que ser responsable y decirte que al ser fiel a tu esencia, se generará un cambio positivo en ti, pero no todos a tu alrededor lo entenderán. Ya que muchas de las personas que te rodean le gustabas como eras antes, con menos libertad, con menos empoderamiento, con menos creatividad y con menos lucidez, por lo que no es raro que tu círculo se reduzca. Pero ¿Sabes qué?, vale la pena 100% y sólo así tendrás el control de tu vida, y por ende, estarás en posición de crear de cero tu propósito de vida y/o empresarial o tu próximo emprendimiento, mientras el ego quedará disminuido a una voz sin poder y la opinión del resto se transformará en algo irrelevante en tu vida.
Si al “Salto de Consciencia” le agregas una mirada positiva de la vida, viendo el vaso más lleno que vacío, el resultado será sí o sí positivo, y mi intención de aportar desde esta columna estará cumplida.