Columna escrita por Sharif Laibe
El ser humano, debido a los desarrollos tecnológicos, ha estrechado la brecha de la realidad y por lo tanto de la verdad consensuada. Esto se explica observando el pasado, donde una persona para conectarse con otro que vivía en otro país lo hacía por teléfono, lo que era extremadamente caro, o en su defecto vía cartas por correo. Esta barrera cayó con la llegada de las comunicaciones en tiempo real, como en el caso de las videollamadas, donde a costo cero podemos saber la realidad de otro país, sin intervenciones políticas comunicacionales, siendo un avance a entender la realidad del otro desde la objetividad y la mayor cantidad de antecedentes percibidos del entorno.
Entendiendo este acercamiento del ser humano con la realidad de otras personas, países y sistemas económicos, han echado abajo la barrera de las mentiras que tanto usufructuaron autoridades de diversos países.
Antes, un medio podía modificar la realidad e informar desde un punto subjetivo, ya sea por control político o religioso, y eso ya no es una carta en los tiempos de hoy.
De esta forma, las ideas dominantes en los próximos años serán:
1. Reintegración del Ser: Como todos sabemos, la iglesia ya está en declive y las fábulas católicas han sido puestas en evidencia, como así mismo sus líderes y su terrorífica historia, que posicionan a esta institución como la mayor promovedora de la injusticia, el sufrimiento, el dolor y las mentiras. Si hay alguna duda de esto es cosa de informarse respecto a las cruzadas, la inquisición y los abusos sexuales que por siglos han cometido un grupo de personas carente de toda moral. Esto ha llevado al ser humano a apreciar más al prójimo que a someterse a las historias de miedo y temor asociadas al infierno y demonios inexistentes, además de alejarse de la verdadera espiritualidad, la que no yace en un lugar o en una organización, sino en el interior de cada persona. Todos somos seres espirituales, por más que la iglesia haya intentado asociar la obtención de dicha espiritualidad con someterse a su limitada doctrina.
2. Veganismo: Actualmente, el mundo vive una disonancia que está de a poco dejando de ser tal gracias al veganismo. Nos acostumbramos a mentirnos, a decir que somos una sociedad empática y que amamos a la naturaleza cuando de verdad los actos obedecen a algo totalmente contrario. El ecocidio se trata precisamente de plasmar el daño que hemos generado en la flora y fauna, escondiendo debajo de la alfombra la realidad y confundiendo a otro ser con comida, sin considerar el daño medioambiental que este despropósito causa, más aún cuando la evidencia científica es clara en exponer que no es necesario bajo ningún punto comer animales. A esto debemos sumarle una educación distorsionada, donde se le enseña a niños y niñas a evadir la realidad, a no cuestionar lo que esta en su plato y a ser especistas, o sea tener una mirada de amor hacia perros y gatos, y distinta de peces, vacas, cerdos, etc. Actualmente, la tecnología ha permitido crear productos y servicios libres de maltrato e inconsciencia, lo que ha abierto de forma radical una nueva industria, la que ya no es una moda, sino más bien una tendencia que no se detendrá.
3. Independencia Financiera: Al igual que la iglesia, las instituciones bancarias tradicionales están en crisis, y esto se debe exclusivamente a la irrupción de las finanzas digitales descentralizadas y los criptoactivos, que no han hecho más que dar independencia a las personas para generar sus inversiones. Antes, debíamos recurrir a un banco o una institución intermediaria para comprar acciones, ahora esa acción la puede ejecutar cualquier persona, accediendo a plataformas digitales que permiten no solo invertir en empresas locales, sino también en las compañías más emergentes del mundo. Esta independencia económica será la verdadera revolución financiera de las próximas décadas. No será extraño en el futuro que toda persona esté consciente de la posibilidad de invertir de forma abierta y libre.
4. Trabajo Colaborativo: La era del “yo” ha terminado y ahora enfrentamos la era del “nosotros”. Cualquier manifestación de individualismo o egocentrismo ya quedó en el pasado, al igual que el concepto de “jefes” que ha dado paso al de “líderes”, entendiendo como liderazgo algo que no puede ser aprendido en un curso o en una universidad (por más que no vendan eso), ya que le liderazgo es algo que otros deben reconocer en nosotros y no una auto asignación de esta característica. Con los líderes llega la colaboración, los equipos multidisciplinarios y el desarrollo de proyectos basados en la creatividad y la complementariedad.
5. Innovación Social: Por décadas asociamos la innovación a desarrollos tecnológicos de grandes compañías, donde finalmente el éxito de una iniciativa beneficia económicamente a sus founders, trabajadores e inversionistas, pero no necesariamente a la sociedad. Un buen ejemplo, para los tiempos de hoy, es el último vehículo de Tesla, el cual puede ser una gran innovación que entregue comodidad y lujo a quienes lo compran, y por ende a la empresa de Elon Musk, pero no a la sociedad. El que vive en la calle no mejorará porque te compres un Tesla. Sin embargo, y de forma emergente, la innovación y el emprendimiento con impacto social y medioambiental, están tomando el protagonismo de los nuevos tiempos, y cada vez más empresas y startups están creando soluciones a problemáticas sociales, y esto apoyado por la tecnología está generando una nueva revolución en todos los países.
El acceso a la información es un activo de valor en estos tiempos, y estas cinco tendencias son las más básicas y evidentes a nivel social gracias a ello. De aquí nacen dos opciones; o nos acoplamos a una revolución consciente siendo parte de la solución o escondemos la cabeza, ignoramos las señales y pasamos a ser parte del problema. Como sea, tanto tu como yo somos parte de este fenómeno, pero no determinantes en su evolución, ya que como sea estas 5 manifestaciones están sucediendo en este momento y seguirán avanzando por el bien social y ambiental.